"Pilares Invisibles: La Mujer, la Lucha Obrera y la Minería de La Zarza"

Seguimos conversando con Francisco Nanuel Núñez, paisano, y autor del libro "La Zarza Siglos XIX y XX. Explotación, poblamiento y vida obrera "

La primera edición de este libro, editada y distribuida por el Ayuntamiento de Huelva, ha tenido una gran acogida, agotándose rápidamente. En la Zarza lo tenemos tenemos  disponible en el Centro Vuela Guadalinfo. Tambien disponen de algun ejemplar la biblioteca de Calañas, y la Universidad de Huelva. 

Francisco Manuel nos comenta que , una vez recupere los derechos de autor, tiene la  intención de lanzar una nueva edición para que todos los vecinos interesados puedan obtener su ejemplar. 



¿Podrías comentar cómo fueron evolucionando los derechos laborales de los mineros y el papel de la lucha obrera en esa época?

En cuanto a los derechos laborales, estos han cambiado con el tiempo en toda España, y las minas, incluida La Zarza, no fueron la excepción. Tradicionalmente, la legislación estatal ha enfrentado serias dificultades para su cumplimiento, ya que el Estado no siempre fue lo suficientemente fuerte para hacerla valer. Esto generó situaciones de incumplimiento en todo el país, lo que afectaba principalmente a los trabajadores. Esta problemática era aún más grave en industrias peligrosas, como la minería. En el caso particular de las minas de Tharsis y La Zarza, la prensa obrera denunció la falta de condiciones de seguridad y el incumplimiento de la legislación del sector: mala ventilación, ausencia de cercos y señales para identificar los tajos cercanos a la población, falta de medidas preventivas para evitar accidentes laborales, trabajadores colgados con cuerdas en las cortas, falta de aislamiento en las máquinas de los talleres, bajos salarios, incumplimiento de la jornada laboral máxima y falta de pago de jornales en caso de accidentes, entre otras deficiencias. Esto fue señalado por cronistas como Manuel Llaneza, Rodolfo Viñas y Vázquez Limón en sus artículos.

Leyes como la Benot de 1873 y el Reglamento de Policía Minera de 1897, entre otras normativas laborales, estaban en vigor en La Zarza, así como en otras minas de la provincia. Sin embargo, su cumplimiento no era completo, en parte debido a la negligencia estatal. Un ejemplo claro es el de un trabajador del décimo piso de la mina de La Zarza, quien envió una carta al periódico ugetista El Socialista en abril de 1929, donde se quejaba de la falta de seguridad y de la explotación en los trabajos subterráneos de los pisos 5º, 7º y 10º. En su testimonio decía textualmente: "Si la policía minera los examinara detenidamente, diría que aquí no se cumple la ley establecida para la explotación de minas. Es muy triste ver a los obreros casi desnudos y descalzos, por la irrespirable atmósfera que han de aspirar, chorreándoles el sudor a través de sus cuerpos endebles". En mi libro incluyo referencias a la prensa y las crónicas citadas. Si los lectores del blog quieren consultarlas directamente, pueden acceder a ellas a través de la Hemeroteca Nacional y la Hemeroteca del periódico El Socialista.

Esta mala situación de los obreros se materializó en diversas acciones de protesta, fundamentalmente en huelgas, que fueron frecuentes en el periodo analizado y constituyeron un importante instrumento para reivindicar mejoras sociales y salariales. Hubo huelgas en La Zarza por ejemplo en 1901, 1913, 1918 o 1920. Respecto al asociacionismo sindical, en 1931 se constituyó la agrupación socialista de El Perrunal y en 1932 se fundó en La Zarza el Sindicato Único de Trabajadores “La Razón” y en marzo del mismo año el Sindicato Minero.

¿Hablando de la comunidad minera, ¿qué papel jugaban las mujeres? ¿Participaban directamente en la explotación minera o su rol era más indirecto?

Sí, las mujeres trabajaban en la mina, normalmente en tareas como barcaleo (carga de mineral), desescombro en la corta o transporte de mineral en los barcales sobre sus cabezas. También se dedicaban a coser trajes de trabajo, entre otras actividades. A esto hay que sumar su trabajo en el hogar, organizando la familia y manteniendo la vivienda limpia, muchas veces adornada con plantas, lo que les daba un toque acogedor. Eran un pilar fundamental en las familias, y en ocasiones, las cabezas de estas, especialmente cuando quedaban viudas con hijos o familiares enfermos a su cargo. En esas situaciones, las mujeres eran el único sustento. Si quedaban solteras o perdían a su esposo, su situación se complicaba mucho más, ya que las opciones laborales eran limitadas y los jornales bajos, lo que las colocaba en situaciones de gran dificultad. A pesar de todo, la mujer minera era y sigue siendo fuerte y trabajadora.

¿Has encontrado testimonios o información que te haya permitido conocer mejor la vida y las condiciones de las mujeres en esa época?

Sí, he encontrado testimonios en primera persona recogidos por el periodista y sindicalista Rodolfo Viñas, quien visitó los tres departamentos de la Compañía de Tharsis en 1929. Por suerte, en La Zarza entrevistó a dos trabajadoras, dos barcaleadoras, cuyo testimonio he incluido en mi libro. Estas mujeres narran lo duro y penoso que era su trabajo en la mina. Remito al lector a las publicaciones originales del periódico, ya que considero que sus relatos son de gran interés.

¿Existió alguna organización femenina o participación de mujeres en movimientos laborales o de protesta en La Zarza?

No he detectado ningún caso en La Zarza en el período que he estudiado. Sin embargo, en El Perrunal encontré un motín protagonizado por mujeres en febrero de 1918, motivado por la carestía de los alimentos, especialmente del pan. Varios grupos de mujeres impidieron la apertura de la cooperativa de la mina y de las tiendas particulares. Aunque el conflicto fue solucionado momentáneamente por el alcalde de Calañas, la demanda de las mujeres por la bajada de precios de otros artículos obligó a intervenir a la Guardia Civil y al Gobernador Civil de la provincia.

Por otra parte, con la documentación que yo he manejado es muy difícil saber si en el ámbito femenino zarceño hubo una conciencia de grupo, de género se podría decir, que impulsara un asociacionismo puramente femenino. Seguramente las mujeres eran conscientes de su situación, pero yo no he podido saber si eso se materializó en algún tipo de asociación o en algún acto o protesta puramente femenina.

¿Consideras que los efectos del colonialismo minero que describes en tu libro aún se sienten en las comunidades actuales de la zona de La Zarza?

Sí. Por ejemplo, nuestro urbanismo es heredero de esa época, con casas pequeñas y en serie, distribuidas en barrios con grandes espacios vacíos entre ellos. Otro legado perceptible y muy positivo es el fuerte asociacionismo que siempre ha caracterizado a La Zarza en todos los ámbitos: sindical, festivo, cultural, recreativo, deportivo y femenino. Además, el nivel cultural en La Zarza siempre ha sido muy alto, en parte gracias a la influencia británica, que insistía en la educación de los hijos de los obreros.

¿Qué lecciones crees que podemos aprender del pasado colonial minero 

Es fundamental planificar pensando en el futuro. Los minerales, sin importar cuál sea, son recursos finitos. Es necesario desarrollar alternativas. Aunque hoy no sea un tema urgente, en el futuro lo será. No he vivido la crisis de la minería porque cuando nací, la mayoría de las minas ya estaban cerradas, y las que seguían en funcionamiento estaban en sus últimos momentos. Pero los mayores recordarán las consecuencias de esa crisis: desempleo, desesperanza, emigración, decadencia cultural… Son ciclos que no solo dependen de la existencia de mineral, sino también de los mercados y ciclos económicos globales. Es importante idear alternativas laborales, económicas, sociales y culturales para asegurar una base de subsistencia en la comarca del Andévalo y la Cuenca Minera cuando este ciclo de bonanza en la minería llegue a su fin.

Finalmente, ¿tienes algún proyecto futuro relacionado con la historia de La Zarza o sobre minería y colonialismo en España?

Sí, estoy trabajando en un estudio sobre la construcción de nuestra Iglesia Parroquial del Corazón de Jesús, que espero terminar pronto. En este estudio, investigo los detalles de la construcción del templo y me acerco a la situación religiosa de los mineros y sus familias.


Francisco Manuel, muchas gracias por compartir todos estos detalles sobre tu investigación y sobre un tema tan interesante como el origen y la historia de La Zarza durante mas  medio siglo. Sin duda, tu obra nos ayuda a entender mejor una parte importante de nuestra historia y su impacto en las comunidades locales. 

Te deseamos mucho éxito en tus futuros proyectos y agradecemos de nuevo tu tiempo y dedicación para esta entrevista.

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